Washington, 19 nov (PL) Los incendios Camp y Woolsey, que azotan el estado norteamericano de California, dejaron hasta hoy pérdidas valoradas de nueve mil a 13 mil millones de dólares, según la empresa de modelos de riesgos de catástrofes RMS.
A esos daños materiales, se suman 79 muertes por los siniestros, de más de 10 días de duración.
Tal estimación incluye perjuicios a las propiedades y los automóviles, interrupciones de negocios, y gastos adicionales de manutención.
De manera combinada, dichos fenómenos han destruido más de 12 mil viviendas y negocios, y el número de hectáreas quemadas asciende a 99 mil 148, precisó la fuente.
El Camp, el incendio más destructivo en la historia de California, incineró en el norte del territorio 11 mil estructuras y por su causa hay actualmente más de mil personas desaparecidas.
Por su parte, el Woolsey, que se extendió a Malibú en el sur, provocó más de 250 mil evacuaciones y destruyó más de mil 450 propiedades de alto valor.
RMS apuntó que esta temporada de fuegos representa el segundo año consecutivo con más de 10 mil millones de dólares en pérdidas por las mencionadas tragedias.
Otras firmas como Credit Suisse y Moody´s situaron los daños en los rangos de cinco a 10 mil millones, y de tres a seis mil millones de dólares, respectivamente.
Estos incendios representan un gran peligro de catástrofe que debe ser administrado rigurosamente con los mejores datos y modelos científicos, opinó Mohsen Rahnama, director de Modelación de Riesgos de RMS.
Al aumentar la exposición debido a las propiedades cercanas a las áreas silvestres y la variabilidad climática en curso, las aseguradoras, los responsables de la formulación de políticas y los propietarios de viviendas deben adaptarse a la posibilidad de tragedias más frecuentes y graves, consideró.
Una humedad baja, temperaturas anormalmente altas, vegetación seca y vientos estacionales intensos favorecen a ambos incendios, que se desplazaron rápidamente a través de un terreno empinado y montañoso.
Esperamos que se preste más atención a la mitigación de incendios, las prácticas de construcción seguras y la capacidad de recuperación de la comunidad, subrayó Rahnama.